Algunos llaman a las extensiones el pan y la mantequilla de un navegador. Aunque yo diría que otros factores también juegan un papel aquí, es innegable que las extensiones pueden mejorar la usabilidad de un navegador y la navegación por Internet de manera significativa.
Por otra parte, la popularidad de las extensiones ha traído consigo el abuso de dicho sistema, generalmente con fines de monetización o rastreo.
Empresas como Mozilla o Google han comenzado a mejorar la seguridad de sus navegadores web en lo que respecta a las instalaciones de extensiones para proteger la base de usuarios de extensiones maliciosas o relacionadas con la publicidad.
Google ha estado muy ocupado en los últimos dos años. Todo comenzó con el bloqueo de instalaciones de extensiones directas de sitios web de terceros (léase tienda web que no es de Chrome), continuó con el bloqueo de instalaciones de extensiones silenciosas y el análisis de todas las instalaciones de extensiones de terceros en busca de malware.
Pero eso no fue el final. Google anunció a finales del año pasado que impediría la instalación de extensiones de terceros en las versiones Chrome Stable y Chrome Beta de Windows, lo que básicamente significa que los usuarios que ejecutan estos navegadores sólo pueden instalar extensiones desde la tienda web oficial de Chrome y ninguna otra ubicación.
El cambio más reciente llegó la semana pasada cuando Google añadió confirmaciones de permiso de extensión a todas las instalaciones.
Pero eso no es todo. La compañía ha añadido una nueva característica a la versión canaria de Chrome para Windows que mostrará información de la tienda web para cada extensión instalada externamente.
La información de la tienda web que se muestra incluye la clasificación de la extensión, los usuarios, la información de que fue instalada por otro programa en la computadora, y los botones para ver los detalles sobre ella, o eliminarla del navegador de nuevo.
Es interesante notar que esto coincide con el anuncio del pasado noviembre de que todas las extensiones de Chrome para usuarios Beta o Estables tenían que ser subidas a la tienda. La fecha límite para ello era enero de 2014, lo que coincide con la nueva característica que acaba de ser añadida a Chrome Canary.
No está claro cómo afecta la política a las extensiones que no cumplen con la política de Chrome Web Store. Por ejemplo, algunos descargadores de vídeo y extensiones que eluden las restricciones de los países no se ofrecen en la tienda debido a esas políticas.
Como mínimo, es un efecto secundario que da a Google más control sobre qué extensiones están disponibles para Chrome y cuáles no.